domingo, 9 de diciembre de 2012

EL GRAFITO

Este es el archivo con los contenidos teóricos sobre el grafito. Además hay otro sobre el papel, ya que será el soporte principal sobre el que trabajaremos. 
Podéis ir leyéndolo.





El lápiz de graffito
Los lápices se fabricaron por vez primera a mediados del siglo XVI, en Keswick (Reino Unido), a raíz del
descubrimiento del grafito en la localidad de Borrowdale. El lápiz primitivo era un pedazo de mineral grafito
envuelto en piel de oveja. Al extenderse su uso por Europa se ensayaron distintas variantes hasta que los
artistas italianos concibieron una funda de madera que mejoró su manejo. El grafito se cortaba en láminas y
éstas, a su vez, en barras que se embutían en muescas largas practicadas en listoncitos de madera.
La fabricación en serie de lápices no comenzó hasta mediados del siglo XVIII en los albores de la revolución
industrial. Por entonces, Cumberland en Inglaterra y Nuremberg en Alemania se convirtieron en los dos grandes
centros de manufacturación de lápices. El descubrimiento de yacimientos de grafito de gran pureza en Asia
permitió a los fabricantes alemanes y franceses (Faber-Castell y Conté, respectivamente) romper el casi
monopolio de Cumberland e iniciar la gran producción en masa. Hoy en día, Nuremberg es el principal centro de
fabricación de lápices.
El cedro
Es la madera con la que se fabrican los lápices: es lo suficientemente blanda como para facilitar el afilado y lo
suficientemente resistente y rígida como para asegurar la calidad del lápiz. Hoy en día, la inmensa mayoría de
los lápices producidos en todo el mundo se fabrican con madera de cedro de California, un árbol que se
replanta de manera constante y que tiene asegurada su sostenibilidad ecológica. De forma alternativa, existen
lápices de uso escolar que sustituyen la madera por un compuesto de cartones y fibras reciclados. Mucho
menos aconsejables son algunos lápices fabricados con maderas tropicales blandas cuya explotación es
ecológicamente nefasta; éstos pueden identificarse por las pequeñas pintas rojizas visibles en la madera.
Sólo la madera de cedro cumple todos los requisitos de calidad de un buen lápiz. El resto de maderas tienen
una textura claramente distinta y son o demasiado blandas o demasiado duras
La madera de cedro se corta en bloques y éstos en láminas de unos 3 mm. Las láminas se surcan
longitudinalmente y en los surcos se insertan las minas. Una nueva lámina se encola sobre la anterior El
sándwich se corta a tiras, cada una de las cuales contiene una mina.
Cada tira se tornea, se esmalta y se graba y, finalmente, se afila.

La dureza del grafito
El grafito es un mineral de color gris plomo brillante descubierto en 1564 en Borrowdale, Inglaterra. Se creyó
alguna variedad del plomo hasta que en 1779, el químico sueco Karl Wilhelm Scheele demostró que se trataba
de carbón cristalizado y en 1789 el geólogo alemán Abraham G. Werner lo llamó grafito en honor a su empleo
como medio de escritura. La confusión con el plomo llega hasta nuestros días: en la actualidad, aún se habla de
"lápizplomo" o de "mina de plomo" a propósito del grafito y la palabra inglesa con la que se designa la mina de
un lápiz sigue siendo lead, es decir, "plomo". Originalmente, el grafito se empleaba en estado puro y su dureza
variaba en gran medida según cada yacimiento. Los fabricantes Conté, Faber y Hartmuth desarrollaron
simultáneamente a finales del siglo XVIII el método de elaboración de las modernas minas de grafito mezclando
este metal pulverizado con arcilla cerámica y cociendo la mezcla para darle rigidez. Cuanta mayor proporción de
arcilla, más dura es una mina, cuyo grosor oscila alrededor de los 2,5 mm en la mayoría de las marcas. Una mina
dura puede afilarse mucho más que una blanda, dando un trazo más fino y de una tonalidad más clara que el de
ésta. Todos los fabricantes sirven lápices en distintos grados de dureza, hasta un máximo de 20 grados
diferentes.
El grafito es un carbón cristalizado, de tacto oleoso, que deja rastro al frotarlo contra una superficie dura.
Polvo de arcilla cerámica. La arcilla se mezcla y se cuece con el grafito en distintas proporciones para lograr los
diferentes grados de dureza de las minas.
Polvo de arcilla
Polvo de grafito

Proporciones de grafito y arcilla.












Grafito puro-







Grados de dureza
La dureza de la mina de un lápiz puede aparecer indicada en su mango mediante un número solo: cuanto más
alto es éste, más dura resulta la mina; esto es característico de las gamas de escritura (típicamente, en las
comercializadas por la marca Staedler), que suelen ir del 1 al 4. En las gamas de mayor calidad la indicación
incluye las letras H (duro) o B (blando), acompañadas de una numeración que indica el grado de dureza o
blandura. Algunos lápices de escritura presentan la indicación F, que significa que la punta puede afilarse mucho
(debido a que la mina es dura). La indicación HB, que podría traducirse como "ni duro ni blando", ocupa el lugar
intermedio en las gamas más extensas y es la más indicada para la escritura.

Barras y minas de grafito
Las ventajas del grafito combinado con arcilla cerámica se ponen de manifiesto en as múltiples variedades de
minas y barras de grafito. La rigidez de las minas elaboradas por los modernos procedimientos permite
prescindir de la funda de madera y ofrecer piezas de mineral sólido de tamaño y forma variables. El interés de
estos utensilios reside en su manejo directo, el total aprovechamiento del grafito y el hecho de que el artista
pueda prescindir de afilalápices (a menos que desee una punta aguda), ya que la mina siempre está a la vista.
La ventaja de estos utensilios radica en la ausencia de la madera: las minas más finas, por esta misma
característica, no necesitan ser afiladas y las más gruesas permiten un grosor de trazo muy superior al de
cualquier lápiz, además de favorecer la extensión de manchas grises al aplicar la barra plana sobre el papel.

Barras
Las piezas más gruesas de grafito aglutinado oscilan entre los 10 y los 15 mm de anchura. Las más gruesas del
mercado son las fabricadas por Cretacolor, de sección redonda, de forma similar a una barra de pastel y en un
único grado de dureza (7B). Faber-Castell y Lyra comercializan barras de sección hexagonal en cuatrc y nueve
grados de dureza, respectivamente; la variedad más blanda de Lyra (9B) es, probablemente la que rinde un
trazo más oscuro de todas las versiones de grafito disponible en el mercado. Las marcas Derwent y Cretacolor
fabrican también barras de un tamaño menor de sección cuadrad (en seis durezas) y rectangular (en cuatro
grados de dureza).

Minas
Las minas de grafito pueden dividirse en dos grupos: las concebidas para utilizarse insertadas en un portaminas
y las que pueden manejarse como un lápiz convencional. Las primeras oscilan entre 1 mm (o incluso menos) y
6 mm de grosor; suelen comercializarse en tres o cuatro grados de dureza, según las marcas. La minas con
forma de lápiz ("todo mina") se afilan con facilidad y se presentan en diferentes durezas (de cuatro a seis
grados, según el fabricante).
Las variedades acuarelables del grafito demuestran todo su potencial cuando se presentan en forma de minas
o, sobre todo, barras. La idea de obtener manchas y aguadas a partir de trazos secos cobra todo su sentido
cuando esos trazos son amplios y la aguada se puede extender con generosidad sobre el papel. Las variedades
más blandas de grafito acuarelable son las más aconsejables si se desea obtener todo el rendimiento de este
medio.
Las manchas de grafito ponen de manifiesto la rugosidad del papel sobre el que están trazadas. Esta
circunstancia debe ser tenida en cuenta antes de dibujar: un papel de grano grueso proporciona un acabado de
textura más abierta y dispersa que un papel liso.
Grafito sobre papel de grano fino,                                      medio                                                                    y grueso.